Imaginate estar en un incendio, y en lugar de ponerte a salvo, te pones a buscar la chispa que lo creo para preguntarle por qué lo hizo. Eso es exactamente lo que hacemos cuando en vez de alejarnos de quien nos hizo daño, intentamos entender sus motivos. Queremos explicaciones, buscamos justificaciones... Esperamos que nos dé una razón que haga que todo lo que paso tenga sentido, pero eso no sirve de nada. La chispa nunca te va a dar la respuesta que buscas porque muchas veces no hay una razón lógica.
A veces la gente actúa por egoísmo, por inmadurez o simplemente porque quiso. Cuanto mas rápido aceptes eso, mas rápido podrás salir del fuego.
El problema es que creemos que la explicación nos va a dar paz, y no, la paz no viene de entender por qué alguien te lastimo, viene de aceptar que lo hizo y decidir no permitir que lo vuelva a hacer. Viene de priorizar tu vida, tu dignidad y tu bienestar por encima de cualquier cierre emocional que necesitas escuchar.
No pierdas tu tiempo buscando esa chispa. Esa chispa ya cumplió su papel: encender el fuego. Ahora te toca a ti decidir si te quedas ahí para quemarte o si te mueves hacia un lugar donde puedas respirar de nuevo.
Hay incendios que no se apagan, simplemente se abandonan, y hay personas que no se confrontan, solo se dejan atrás, no porque seas débil sino porque eres lo suficientemente fuerte como para entender que tu vida vale mas que cualquier explicación.
-Sergio Duenas
Comments
Post a Comment