Saber que podemos detenernos en nuestra trayectoria de vida actual, y empezar de nuevo, es poderoso. A pesar de que todos somos conscientes de que cada día es un nuevo comienzo, creo que no hay mejor momento de reiniciar que el Año Nuevo para restablecer nuevas metas. Es el tiempo donde reflexionamos acerca de nuestras prioridades y valores y pensamos detalladamente  hacia  que dirección se dirige nuestra vida. 

Podríamos imaginar que para empezar de nuevo tenemos que mudarnos lejos, dejar nuestros trabajos, alguna relación  amorosa,  totalmente hacer otros cambios drásticos en la vida. Pero no tenemos que ir tan lejos, puedes notar que estoy a favor de los cambios pequeños y simples, que con frecuencia conducen a los mismos resultados sustanciales. Estoy hablando de pequeños ajustes como aumentar el espacio entre nosotros y lo que nos está frenando, establecer deliberadamente nuestro entorno para guiar nuestros hábitos y recoger nuevas  perspectivas en el camino. 

Un reinicio de la vida es efectivo porque sirve como un poderoso recordatorio de que estamos a cargo de nuestra vida y podemos determinar el curso que estamos tomando. 

Normalmente empiezo cada año estableciendo metas, mi objetivo continuo es hacer crecer mi pequeña empresa porque seamos honestos, se necesita tiempo para aprender algo nuevo. Decidí elegir una palabra para establecer mis intenciones para este Año Nuevo. El año pasado la palabra fue transición y este Año Nuevo mi palabra será abundancia. 

Solo para aclarar la diferencia entre objetivos e intenciones, un  objetivo es un resultado de un deseo específico. Pero una intención, es el compromiso con un curso de acción. Si bien establecer objetivos es importante para el crecimiento personal, piense que establecer intenciones puede actuar como una brújula interna cuando nos encontramos con diferentes desafíos y situaciones a lo largo del año.

Pase todo el año enfocada en encontrar un trabajo mejor, asi que este Año Nuevo realmente quiero centrarme en ser y sentirme abundante, probar cosas nuevas, estar abierta a nuevas ideas de conocimiento, ser generosa con los demás y expandirme a diferentes situaciones.

No sé lo que viene en mi camino, pero sé que poner mis intenciones en el lugar correcto me ayudará a posicionarme para recibirlo lo mejor que pueda.

Entonces, déjame preguntarte, ¿cuál es tu palabra para este año?

"El medio ambiente es la mano invisible que da forma al comportamiento humano".

Me encanta esta cita de James Clear. Cuando presto atención a cómo me muevo a lo largo del día, puedo ver cuánto juega mi entorno físico en la configuración de mis hábitos diarios. Donde me relajo, con qué frecuencia bebo agua, qué ropa me pongo, con qué frecuencia enciendo el calentador, etc.

Esto también significa que cambiar nuestro entorno a menudo también puede significar cambiar nuestros hábitos. Decidí cambiar la posición de los  muebles de mi sala para crear un ambiente diferente a la hora de descansar. Sé que no suena como un “big deal”, pero voy a probar y ver si me ayuda a concentrarme y relajarme mejor. Si quieres crear un nuevo hábito o cambiar el antiguo, usa tu entorno para ayudarte, podría ser algo pequeño como tener un lugar para cargar tu teléfono por la noche para que puedas tener un sueño sin interrumpir o agregar una lámpara cerca de la cama para que puedas leer antes de irte a dormir. 

Cuando tu decides crear un entorno mejor para ti, también podrías estar diseñando una mejor vida.

Centrarse en crear sistemas, en lugar de objetivos. 

Hablando de James Clear y Atomic Habits. Hablemos de la creación de sistemas y de cómo podemos usarlos para reestructurar nuestra vida. Primero, ¿cuál es la diferencia entre objetivos y sistemas? Los objetivos son el resultado deseado. Los sistemas son las bases que establecemos para avanzar en la dirección de nuestros objetivos. Los sistemas son hábitos más pequeños, acciones consistentes a tomar de forma regular que nos ayudan a avanzar y, a medida que creamos impulso, los sistemas nos guían para lograr objetivos más grandes y nos ayudan a hacer grandes cambios sin abrumarnos.

Estoy constantemente pensando en cómo puedo crear sistemas para la vida que imaginé para mí misma. En lugar de decir que voy a hablar inglés con fluidez, estoy aprendiendo tres palabras nuevas cada día. En lugar de querer estar más activa, voy a dar un paseo de 30 minutos cada mañana. En lugar de querer convertirme en una mejor escritora, me comprometo a escribir 300 palabras cada día. De esta manera, solo me estoy enfocando en lo que está bajo mi control en lugar de aferrarme a estándares imposibles.

Creo que cada día es una nueva oportunidad para empezar de nuevo. Tal vez tuviste un día horrible con un desastre tras otro o simplemente te sientes abrumado por las presiones de la vida. Sea lo que sea, creo que es muy importante tener una forma saludable y afectiva de restablecer nuestro estado mental, físico y emocional como parte de una rutina diaria regular. Algunos de mis favoritas es  ir a dar un largo paseo por la tarde, 20 minutos de lectura, zonificar con un podcast, abrazar a mi gatita, por supuesto, y simplemente no hacer absolutamente nada sin sentirme culpable.

El reinicio diario puede permitirnos parar, para obtener una nueva perspectiva y recargar. No podemos borrar realmente lo que sucedió en el pasado, pero no tenemos que llevar la pesadez al día siguiente. No hay vergüenza en tener que empezar de nuevo. De hecho, creo que se necesita mucho coraje y autoconciencia para saber cuándo necesitamos presionar el botón de reinicio. Es justo lo que necesitamos para traer un sentido de propósito y significado renovado a nuestras vidas.